Es el maltrato físico, verbal y psicológico que un chico/a o varios ejercen sobre otro/a/s de manera reiterada y durante tiempo.
Hay un tercer grupo que es el de los testigos que participan como observadores desde una posición pasiva, indiferente y consentidora, haciéndose cómplices de los agresores.
El acosador, muchas veces sufre maltrato en su propio hogar y repite este modelo con alguien a quien siente más débil, no tiene suficiente empatía para colocarse en el lugar del otro y sentir lo que este siente y puede llegar a convertirse en delincuente. Es impulsivo, intolerante, autoritario, violento y busca imponerse a través de la fuerza, el poder y la amenaza.
El acosado generalmente no quiere asistir al centro de estudio, está triste, solitario, puede presentar problemas para conciliar el sueño, fracaso escolar, pudiendo llegar a tener ideas e intentos de autoeliminacción e incluso al suicidio. A lo largo de su vida puede padecer ansiedad, depresión, fobias, baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos psicosomáticos, etc.
Los testigos u observadores, aprenden a comportarse de manera indiferente, egoísta e individualista, es el que frente a situaciones injustas dice: "no es mi problema, yo no me meto, así es la vida". Y esta actitud va a ser la que tenga a lo largo de su vida.
La prevención es a lo que se debe apuntar, teniendo información los adultos y brindándoselas a los niños y jóvenes.
Se debe encarar el tema en conjunto, los padres, los chicos y el centro de estudios (maestros, profesores y dirección), realizando charlas informativas, participando en grupos, y dando directrices y orientación psicológica e incluso sugiriendo tratamientos psicológicos cuando sea necesario.
Es importante la intervención a tiempo de maestros y/o profesores y de la institución; que tengan la capacitación y la autoridad necesaria y suficiente para hacer frente a estas situaciones lo más tempranamente posible.
Así mismo, es imprescindible que los padres estén atentos y detecten cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos para intervenir oportuna y precozmente y trabajar conjuntamente con el centro escolar para evitar males mayores.
Hay un tercer grupo que es el de los testigos que participan como observadores desde una posición pasiva, indiferente y consentidora, haciéndose cómplices de los agresores.
El acosador, muchas veces sufre maltrato en su propio hogar y repite este modelo con alguien a quien siente más débil, no tiene suficiente empatía para colocarse en el lugar del otro y sentir lo que este siente y puede llegar a convertirse en delincuente. Es impulsivo, intolerante, autoritario, violento y busca imponerse a través de la fuerza, el poder y la amenaza.
El acosado generalmente no quiere asistir al centro de estudio, está triste, solitario, puede presentar problemas para conciliar el sueño, fracaso escolar, pudiendo llegar a tener ideas e intentos de autoeliminacción e incluso al suicidio. A lo largo de su vida puede padecer ansiedad, depresión, fobias, baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos psicosomáticos, etc.
Los testigos u observadores, aprenden a comportarse de manera indiferente, egoísta e individualista, es el que frente a situaciones injustas dice: "no es mi problema, yo no me meto, así es la vida". Y esta actitud va a ser la que tenga a lo largo de su vida.
La prevención es a lo que se debe apuntar, teniendo información los adultos y brindándoselas a los niños y jóvenes.
Se debe encarar el tema en conjunto, los padres, los chicos y el centro de estudios (maestros, profesores y dirección), realizando charlas informativas, participando en grupos, y dando directrices y orientación psicológica e incluso sugiriendo tratamientos psicológicos cuando sea necesario.
Es importante la intervención a tiempo de maestros y/o profesores y de la institución; que tengan la capacitación y la autoridad necesaria y suficiente para hacer frente a estas situaciones lo más tempranamente posible.
Así mismo, es imprescindible que los padres estén atentos y detecten cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos para intervenir oportuna y precozmente y trabajar conjuntamente con el centro escolar para evitar males mayores.